Educacion Fisica Escolar
Prof Gregorio Ortiz

El niño de segundo ciclo (caracteristicas)

           

DESARROLLO FÍSICO Y MOTOR

Morfológicamente se produce una evolución proporcionada entre distintos segmentos corporales tanto en longitud como en grosor. El desarrollo en estos períodos podría situarse entre los 10 y 15 cm. para la talla y entre los 9 y 11 Kg. Para el peso.

Alrededor de los 9 años alcanza la maduración nerviosa. Los movimientos se hacen armónicos, precisos y seguros (progresos en el control motor grueso y fino).

El desarrollo cardiovascular se encuentra en plena evolución, ello debe ser tenido muy en cuenta para el cuidado de los ejercicios físicos de intensidad que pueden provocar taquicardias.

Puesto que el aparato cardiovascular y la musculatura todavía no están suficientemente desarrollados en algunos de los niños, conviene observar si camina con los hombros caídos cuando ya debía andar muy derecho. Este defecto tiene un fuerte componente psíquico por lo que se debe aclarar esto para ayudarlo en su seguridad y reafirmación.

DESARROLLO FÍSICO-MOTRIZ

El niño de finales de este ciclo ya ha hecho progresos importantes en la orientación espacial y temporal; reconoce cual es la izquierda y la derecha de alguien situado en frente de él, sabe ir hacia la derecha si se le pide que lo haga, es capaz de organizar hora por hora su tiempo durante el día, comprende el paso de los días, los meses y las estaciones, pero aún no logra situar los hechos históricos. También debe ser capaz de seguir ritmos de cierta complejidad.

En general, el chico de estas edades alcanza un grado de equilibrio que le permite estructurar el espacio y el tiempo y llegar a unos grados de rendimiento que le harán factible los lanzamientos con precisión, los saltos eficaces, el control motor grueso y la resistencia en esfuerzos de larga duración.

Físicamente cuenta con grandes reservas de energía (salvo que presente un carácter indolente, algo que no conviene ya que en el futuro podría afectar al desarrollo de su autoconcepto) y su peso y talla siguen un desarrollo normal.

En el plano motor puede hacer todo tipo de ejercicios con gran fuerza y destreza gracias a su capacidad de frenar, a su fuerza muscular y a la casi total desaparición de movimientos parásitos o sincinesias (movimientos o contracciones musculares involuntarias que aparecen en los niños de menos edad en algún tipo de ejecución motora). DOCUMENTOS DE REFLEXIÓN PARA EL PROFESORADO 5

Las actividades físicas a esta edad deben de tener como finalidad el desarrollo del autodominio, templando la fogosidad propia de este ciclo ayudándoles a conseguir mayor relajación y calma, y lograr el prestar atención al otro. Esto es importante ya que los niños no miden sus fuerzas y pelean sin ninguna consideración.

Su salud es por regla general excelente y sus reservas de energía les permiten recuperarse fácilmente.

HIGIENE Y ALIMENTACIÓN

En este ciclo, se persigue el que los alumnos hagan propios algunos hábitos de higiene corporal y de alimentación. Éstos son capaces de reajustar conscientemente, gracias a su buen criterio, la comida utilizada así como la cantidad, a meno que existan problemas emocionales y/o que inconscientemente use esta ocasión para oponerse a los padres o conseguir más atención.

El rechazo a la comida puede tener aquí un significado afectivo y lo mismo ocurre en los niños que comen demasiado. Conviene en estos casos antes de entrar en disputas de “sobremesa”, reflexionar sobre la posibilidad de alguna inestabilidad y realizar los cambios oportunos en el ambiente del niño o la dinámica familiar, evitando que las comidas se conviertan en un mecanismo donde se manifiesten problemas emotivos.

JUEGO Y DEPORTE

Al final de este ciclo es deseable conseguir que el niño practique deportes de equipo donde aprenda el respeto de las reglas, evite los comportamientos agresivos y desarrolle la educación en el saber perder en los juegos.

El esfuerzo que realice ha de ser proporcional a la resistencia física y no practicar en inferioridad física, lo cual tendría repercusiones psicológicas. El esfuerzo, en este período de transición, tiene que ser limitado.

EL SENTIDO MORAL

El niño acepta la ley y las reglas, descubre la noción de solidaridad, aprende a diferenciar los roles y la necesidad de una disciplina colectiva.

En las edades de 8-9 años se produce una negación de la convención como uniformidad social descriptiva, referido a situaciones como formas de tratamiento a los profesores en el colegio, modos de vestir, u ocupaciones relacionadas con el sexo, sistemas de vida familiar en diferentes culturas y modos de comer. DOCUMENTOS DE REFLEXIÓN PARA EL PROFESORADO 6

DESARROLLO SOCIAL

El comportamiento social del escolar se guía aún por las experiencias que ha tenido y que continúa teniendo en el seno de su familia, de aquí la gran importancia del tipo de interacción educativa (estilo democrático, autoritarismo, permisividad, sobreprotección, etc.).

En el plano referente a la relación entre iguales, el niño de 7 u 8 años juega bien con los compañeros de su edad y de su misma fuerza física. En esta edad de los 8 años muestra una especial apreciación por sus compañeros, que ocupan gran parte de su vida y de sus actividades y le encanta trabajar en grupo.

Los compañeros constituyen, en esta etapa social y escolar por excelencia, los grandes protagonistas. La vida y el trabajo en grupo experimentan un gran auge, las actividades cooperativas desempeñan un papel trascendental. La vida en pandilla, los juegos y aventuras con iguales son del máximo interés. Los grupos tienden a ser homogéneos con relación a características excluyentes como el sexo o la edad.

Existe una diferencia significativa que se va marcando considerablemente y es que las niñas son más maduras socialmente que los niños dedicando casi tanto tiempo a hablar como a jugar, cuidan más la elección de ropa y comparten confidencias.

A los niños a esta edad, les encantan los juegos de velocidad, de fuerza y los de pensar (ajedrez, damas, cartas, dominó...).

Acepta con seriedad las reglas y la disciplina que esto le impone. A veces, su miedo a perder su puesto, a quedar relegado en el grupo es tal, que a veces esto basta para impedir estos cambios de humor y conseguir que exista un mayor control de su conducta.

No obstante, en algunos casos la agresividad persiste. Si el niño arremete a puñetazos contra sus compañeros y le gustan las peleas, si su razón no puede hacer prever las graves consecuencias de su actitud con los otros y consigo mismo (puesto que su agresividad le excluye del juego) si repetidamente su comportamiento produce como consecuencia el aislamiento en el que le deja el grupo, esto significará que existe algún problema profundo que perturba su afectividad y desarrollo emocional.


                       


                               


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